Antonio Villargordo Hernández

Martos
Jaén

Antonio Villargordo Hernández nace el 13 de junio de 1917 en Beniel (Murcia), donde es fundador de las Juventudes Socialistas, residiendo en Martos (Jaén) desde la guerra civil (1938). Profesión albañil, afiliado al PSOE y a la UGT, presidente de la agrupación provincial socialista y alcalde de Martos. Militante de la organización clandestina en Martos.

Desde muy joven se interesa profundamente por la política. En 1935 funda las Juventudes Socialistas en su pueblo natal. El 1 de mayo de 1936 da el primer mitin exaltando los derechos del mundo laboral. Al estallar la guerra ingresa el 27 de julio como voluntario en el Ejército republicano, siendo elegido comisario político de la 3ª Compañía, 3º Batallón de la 76 Brigada Mixta de la 21 División del 9º Cuerpo del Ejercito del Sur, cargo que desempeña cuando el 17 de abril de 1937 es destinado a Martos. En Martos se casa el 15 de agosto de 1938 con una marteña, Virtudes Ortega. Al finalizar la guerra es denunciado, detenido y más tarde puesto en libertad gracias a su suegro, que pertenecía al mando falangista; no obstante, al ser considerado desafecto al régimen franquista en 1941 es reclutado en un Batallón Disciplinario de Soldados Trabajadores, trasladado primero a la construcción del ferrocarril en Tortosa (Tarragona) y después a Mérida (Badajoz), hasta que el 10 de julio de 1943 es licenciado.

A su vuelta a Martos sigue involucrado en la actividad política clandestinamente, lo que le supone varias detenciones. Debido a su responsabilidad familiar y viéndose muy vigilado deja de actuar, manteniendo su fervor republicano, y se dedica a su profesión como albañil en la empresa Construcciones Chamorro, en la que asciende a encargado. Con esta empresa realiza muchas obras y se tiene que desplazar por diferentes pueblos de la provincia de Jaén y del resto de Andalucía; esta circunstancia le permite una gran movilidad, además de contactar con viejos socialistas y represaliados del franquismo, como fue el caso con Cándido Méndez Núñez, viejo socialista de Barcarrota (Badajoz), afiliado al PSOE y a la UGT desde 1929, que después de la guerra sufrió largos años de cárcel; no obstante, puesto en libertad en 1945, sería contratado en 1957 por una empresa constructora para realizar obras de traída de agua en Jaén, en la que fija definitivamente su residencia. Cándido Méndez se desplaza a Martos por motivos profesionales, traer las aguas desde Chircales a Martos, lo que motiva su primer encuentro con Antonio Villargordo, estableciéndose entre ellos una estrecha amistad, lo que conlleva su implicación directa en la reconstitución del PSOE y la UGT en Martos. A partir de ese momento Antonio Villargordo capta viejos socialistas, destacando Manuel Rodríguez Miranda, que el 10 de agosto de 1937 fue secretario general del PSOE y el 21 de julio de 1938 fue elegido concejal ostentando la segunda tenencia de alcaldía; e igualmente comienza a ser referencia de simpatizantes socialistas no sólo en Martos, sino también en los pueblos cercanos de su municipio; así sucede en la aldea de Bobadilla, perteneciente al municipio de Alcaudete, contactando con Manuel Tejero Jiménez y otros, a los que facilita la dirección de Cándido Méndez para reconstituir las dos organizaciones socialistas en su localidad. En junio de 1976, en el cortijo de “Las Monjas”, se reconstituye la agrupación socialista de Martos mediante una comisión gestora local que la forman Julián Molina Espejo (presidente), Amador Garrido Miranda (secretario), Amador Torres Fernández (vocal) y él, que queda como tesorero, además de sufragar personalmente todos los gastos de la organización.

En 1978, con 61 años, se ve obligado a jubilarse por enfermedad. El 15 de mayo de 1977 se celebra la primera Asamblea del PSOE de Martos en la que Antonio Villargordo es elegido secretario general. A partir de entonces su vida se desarrolla entre la política orgánica del partido y la institucional. A nivel orgánico: el 22 de mayo de 1978 asiste como delegado del PSOE de Martos en la constitución del Comité Comarcal de Martos, que lo constituyen 13 agrupaciones de la zona, donde es elegido coordinador de Asuntos Políticos; en el IV Congreso Provincial del PSOE (1981) y en el Extraordinario (1982) secretario ejecutivo adscrito a las secretarias de la comisión ejecutiva; presidente del PSOE de Jaén entre 1982 y 1994; presidente de honor del PSOE desde 1998 hasta su muerte (2009); vocal de la ejecutiva provincial del PSOE (1979); en las elecciones generales de 1 de marzo de 1979 forma parte de la candidatura del PSOE por Jaén, aunque como suplente; delegado por Jaén en el Congreso Extraordinario del PSOE (1979) y en los Congresos XXIX (1981) y XXX (1984); delegado al III Congreso Regional del PSOE de Andalucía (1982). A nivel institucional y su participación por la cuota política fue presidente de la Caja Provincial de Ahorros de Jaén, 1983-1987; diputado provincial, 1979 y 1983; alcalde de Martos desde 1979 hasta 1995. En su etapa como alcalde, durante su segundo mandato, en 1986, la ciudad de Martos vive graves incidentes racistas cuando unos 200 habitantes rocían con gasolina e incendian 30 viviendas de familias gitanas tras una agresión a un joven payo de la localidad. En las elecciones municipales de 1995, aunque la candidatura del PSOE es la más votada, sale de la alcaldía debido a un pacto entre varios grupos, por lo que accede el candidato del partido Agrupación Progresista Independiente a la presidencia de la corporación.

El 18 de diciembre de 2009 Antonio Villargordo fallece en Martos a los 92 años. A su entierro acudieron varios miles de personas de Martos y de la provincia de Jaén; estaban representadas todas las clases sociales e ideologías. Unos años antes de la muerte, en 2005, había redactado su testamento para el pueblo de Martos; en ese momento tan solemne del adiós final en el cementerio, fue leído por su nieta y alcaldesa de Martos, Sofía Nieto Villargordo. Aún hoy queda en la memoria de los que allí estaban presentes su último mensaje, que entre otras cosas decía:

Escribo esta mi despedida durante este mes de marzo de 2005, con pleno sentido de mis facultades mentales, sin sentir la más mínima preocupación por mi estado de salud, sintiéndome tranquilo. Por ello, pido perdón a todas aquellas personas que durante mi humilde vida, se hayan sentido ofendidas, que sepan que jamás lo hice con intencionalidad, a nadie. A las marteñas y marteños, que durante dieciséis años consecutivos, fui su Alcalde, por su deseo mayoritario, expresado en las urnas democráticamente, sepan que nunca desee ni la venganza ni la represión, porque mi sentir democrático y político en ese sistema no ha cambiado jamás, todo lo contrario, dejo este mundo considerándome un hombre amigo y respetuoso con todos los ciudadanos y ciudadanas de este mi querido Martos. Como creo que decía anteriormente, morir es el ciclo natural de la vida, se nace y se llega a la muerte, cada uno siguiendo la hoja de ruta que en el destino tenemos señalado, porque a morir, todos inexorablemente llegamos y no es nada más que abandonar, este mundo de alegría, de luz, de sonido, de vivencias, de amor y felicidad, cada uno a su manera, pero que deseamos estar en ella, a pesar de nuestras penas y alguna que otra alegría, porque la vida no deja de ser bella y la cambiamos, para entrar en el mundo del silencio y la oscuridad, abandonando lo que fuiste, entrando en el abandono y el olvido. Seguir queridos míos todos, viviendo mucho tiempo en Paz y felicidad, mantener viva la llama de la Libertad y la Democracia, que tan alto precio pagó este pueblo en vidas y sufrimientos por conseguirla. Que la próxima asignatura que este pueblo gane con su esfuerzo y sabiduría sea la de una España Republicana, que considero que es el mayor símbolo de la libertad de un pueblo bajo la sintonía simbólica de Libertad, Igualdad y Fraternidad, hasta nunca más.

Fuente: S. DE CÓRDOBA ORTEGA: «Antonio Villargordo Hernández», en Diccionario Biográfico del Socialismo Español.